En los estambres las flores se produce un polvo fino y amarillento, que contienen las células reproductivas masculinas, i está destinado a fertilizar el óvulo femenino de la flor. Es el polen.
Las abejas recogen el polen de las flores, lo humedecen con néctar dándole forma de pequeñas bolas o granos y lo transportan a la colmena mediante unas «cestas» que han desarrollado en sus patas traseras.
Mediante unas trampas especiales, los apicultores recogen parte de este polen, lo deshidratan para su mejor conservación y lo envasan para su comercialización.
Lo encontramos en forma de gránulos de diferentes tonos de amarillo, desde marrón oscuro, naranja u ocre, en función de la especie vegetal de la que procede.
El hecho de proceder de distintas plantas, también le aporta distinta composición, por lo que es muy difícil encontrar un polen estandarizado cuya composición no varíe según, por ejemplo la época del año.
Aun así, podemos decir que es un alimento muy nutritivo, pues contiene proteínas (incluido aminoácidos esenciales), vitaminas (sobre todo B y C), minerales (potasio, magnesio, calcio, silicio, fósforo, manganeso, cobre, hierro, ...), hidratos de carbono y lípidos (linolénico y linoleico).
El ser un alimento tan completo le otorga propiedades energizantes, revitalizantes, antioxidantes y reconstituyentes, pues combate el cansancio, la astenia y el decaimiento, es muy indicado en caso de anemia y por su riqueza en betacaroteno es beneficioso para la piel y la vista. Su riqueza en enzimas ayuda combatir las malas digestiones, facilitando el trabajo del hígado, y sus propiedades bactericidas y antiinflamatorias ayudan a combatir las flatulencias intestinales y las diarreas. Su riqueza en zinc y en vitamina E ayuda a mejorar algunos problemas del aparato genital masculino y resulta especialmente interesante para el tratamiento de los problemas de próstata, ya que consigue reducir la inflamación y la frecuencia de micción.
No se conocen contraindicaciones, por lo que puede tomarlo todo el mundo a excepción de las personas alérgicas a productos derivados de las abejas o sus picaduras. Los niños pueden tomarlo a partir de 3 años.Se recomienda tomar una cucharada sopera en el desayuno, mezclado con agua, zumo natural, yogur o leche vegetal. Para los niños la dosis es de una cucharadita de postre.